«Me identifico mucho con el trovador, él o ella solos contra el mundo. Esa imagen de autosuficiencia me inspira a nunca querer dejar de escribir canciones»
Partiste en la música muy joven, ¿cómo ha sido tu experiencia y evolución?
Mi viaje por la música comenzó muy temprano, a los 10 años estudiando trompeta, aprendizaje que interrumpí dos años más tarde y que retomé a los 15 años cuando inicié mi formación como licenciado en educación e instrucción de arte en la especialidad de música. Ya a los 24 años, mientras trabajaba como profesor de música entré al sector profesional como trompetista, tocando en orquestas de música popular bailable y aunque siempre estuvo en paralelo la poesía y la guitarra no fue hasta el 2010 que comencé a escribir canciones.
Cuba es un campo para cultivar trovadores ¿cuáles son tus influencias directas como músico y trovador?
Fue ese viaje por los distintos géneros musicales y mi característica de hiperquinético lo que se combinó en esa sopa que tengo en mi cabeza cuando hablo de influencias musicales y artísticas en general. La música es una sola con muchos sabores/colores y cada una tiene un momento específico y escucho y disfruto desde los Muñequitos de Matanzas y Afrocuba de Matanzas hasta cantautores mucho más jóvenes pero (para mi) igual de talentosos, como Kamankola, Manuel Leandro Ibarra o la Trovuntivitis pasando claro por Silvio Rodríguez (sobre todo su poesía) , Pablo Milanés o Irakere, creo que todos tienen un universo poético y sonoro característico y aquí estoy yo, listo y deseoso de escuchar, creo que mi arte empieza desde la escucha.
Otra de tus facetas es lo audiovisual, en donde te hemos visto filmando y creando videos para muchos de tus colegas , ¿nos puedes contar sobre tu proyecto El almacén?
Todo está curiosamente conectado en la vida; en el 2012, justo en el trance de dejar la trompeta y comenzar a vivir “profesionalmente” como cantautor, que en Cuba significa entrar a una empresa comercializadora de la música y los espectáculos, algo extremadamente difícil sobre todo por lo ilógico, anticuado y burocrático apareció un persona definitivamente importante en mi vida: Luis Bran, quien causalmente en ese momento comenzaba un proyecto que sería la llave de muchas futuras puertas y el comienzo de EL ALMACÉN; Ilú Keké, Trasmisión en la eritá meta, Álbum/investigación etnomusicológica de nosotros y la universidad de Cardif, Inglaterra y desde ese momento nos propusimos utópicamente crear una productora audiovisual en una provincia fuera de la Habana; soñada, pensada y sufrida por matanceros y matanceras enfocada en difundir todo ese arsenal sonoro y cultural que hay en esa ciudad, luego todo creció incluyendo nuestro orgullo por el trabajo realizado y la familia que creamos durante ya casi 10 años.
Esta fuerte relación con el mundo audiovisual, ¿ha influido en tus creaciones musicales?
Dentro del mundo audiovisual nos enfocamos en la música en directo y en esa sinergia de show al vivo, 4 o 6 cámaras filmando, captura de sonido multipista y sobre todo equipo sincronizado, aprendí muchas cosas que saqué de aquel entorno y me llevé a mi vida personal y claro devolví en forma de canciones, otras en forma de cariño y respeto; lo primero creo que fue el acercamiento a la música, religión y cultura afrocubana, desde los primeros proyectos que hicimos descubrí valores humanos en ese arte marginado social y culturalmente, cuando pusimos a su disposición equipos de grabación y filmación y el hecho de sencillamente colgarlo al You-Tube, la historia se empezó a narrar de otra forma y ahí está, un canal construido a
muchas manos con más de medio millón de views lo que que hace referencia a mi tercer aprendizaje: Familia. El almacén a partir del trabajo y la cultura construyó una familia de negros, emigrantes, negras, gays, refugiados políticos, pobres, ro-ckers, rumberos y abakuás que creció mucho más allá del equipo de producción. Cada artista que producimos fue un integrante nuevo en la familia y ahí fue donde descubrí el poder de estar siempre del lado contrario al poderoso. Todo este universo siempre aterriza en mis canciones.
La trova y la canción de autor como tal, camina por muchos géneros ¿cómo te defines musicalmente?
Me identifico mucho con el trovador, él o ella solos contra el mundo. Esa imagen de autosuficiencia necesaria me inspira a nunca querer dejar de escribir canciones. La canción como hecho cultural empaqueta varias armas que me son importantes para salir a decir lo que piense; texto, música y voz, y claro la combinación de las tres da como resultado lo sui géneris de cada artista y es por eso que me considero solo alguien más que sencillamente está caminando/viviendo y mientras, intenta encontrar su voz propia. Creo que todo lo demás es show y confeti.
Esta pandemia ha hecho que las fronteras y las distancias se hagan más breves, eso ha hecho también que los lazos entre amigos y músicos también se estrechen, ahí es donde vienen las colaboraciones ¿cómo ha sido tu experiencia colaborando con músicos Cubanos y extranjeros?
Una sensación muy cristalina de que ha sido un tiempo muy jodido me patea en la cabeza casi constantemente, y sin tratar de hablar de lo lastimoso y triste de las pérdidas humanas, de la ridículamente mala gestión de los gobiernos (todos) y por otro lado de las redes sociales, que cada vez más te enseñan a no respetar la diferencia y pensar como isla. Creo (muy personalmente) que la música alivió mucha de esa carga pesada y solo porque vivo en São Paulo ahora puedo decir que se me hace relativamente fácil desarrollar un proyecto musical a distancia y es genial porque en el mismo día colaboras con alguien en Chile y en Rusia a la misma vez, eso es genial pero…detengámonos a pensar y corregir un segundo, tengo amigos y amigas músicos en lugares donde sencillamente tuvieron que abandonar la música por completo y en Cuba muchos de esos casos, a pesar de eso seguimos colaborando aunque
no tanto como queremos. Qué crees que siento cuándo , por ejemplo ahora , que estamos preparando para lanzar un tema colectivo y el productor es cubano y está en Cuba pagando 4 dólares por cada giga de internet?. Te pudiera decir que la empatía no me deja producir en paz pero que lejos de frenarme me empuja y como siempre todo esto también llega a mis canciones.
Hace poco te cambiaste a vivir a Brasil, ¿cómo te a golpeado está pandemia?
Brasil es el quinto país mas grande del planeta, me atrevería a decir que uno de los más diversos, hermosos y mejor robado y saqueado por políticos, la palabra corrupción toma otra connotación aquí. Tanto así que nos colocó en el epicentro del desastre del COVID, casi 600 000 vidas perdidas (oficialmente), más de 20 millones de personas que entraron en la pobreza extrema en el 2020 o sea un desastre de gestión gubernamental y es ahí donde luego de sorprenderme en shock de tristeza solo se me ocurre hacer canciones y soñar un mundo mejor.
Hoy en día el malestar de la gente se ha hecho sentir en muchos países del mundo, lo pudimos ver en Colombia y Chile. ¿cómo ves la actualidad de Cuba?
Hace poco leí de Leonardo Padura que “La verdad no es absoluta, lo que si es absoluta es la mentira….cuando la gente pide libertad de expresión, de pensamiento, de opinión, esta pidiendo algo que le pertenece, algo que no se le puede negar en ningún sistema y en ningún país” por lo tanto creo que ningún gobierno dirige para si mismo (aunque muchas veces lo crean así), las mayorías (todas), las de Brasil, las de Cuba , las de Chile o Kirtguistán tienen derechos básicos y lo que no tienen derecho los gobiernos (ninguno) es a silenciar y reprimir a la mayoría y cuando digo mayoría digo diversidad; en Cuba específicamente hay mucho camino por delante para mantener lo que se ha logrado, mejorar la vida de la mayoría y cambiar todo lo que deba ser cambiado si es re-evolucionar. Creo (y esto ponlo bajo sospecha) que el 11 de julio fue un punto de giro en la historia de Cuba. Es trabajo de los pueblos que encuentren su voz y eso sin dudas va a costar un sacrificio enorme, aunque siempre me preocupe la cultura política de los países aprender a elegir es casi un arte necesario para la construcción de un país/mundo más justo y equitativo y Cuba no está exento de ello.
Actualmente hemos visto que has sacado dos singles Reptil propio y Fue tu voz ¿eso nos dice que se viene disco nuevo? ¿cómo es tu proceso de producción?
Durante la pandemia me metí un poco en el ableton live y el mundo de los Plug-in y la producción, es un universo casi infinito pero creo que sobre todo es un estilo de vida, atenta un poco el hecho de que me cuesta dejar ir una canción pues como yo mismo escribo, produzco, mezclo y masterizo (todo a mi modo) se me hace más difícil dejar ir; por otro lado, entre las tantas cosas que me faltan por aprender es a encapsular, pienso que un disco tiene función de cápsula de tiempo y aunque los ritmos actuales de escuchar y consumir música han cambiado muchísimo creo que aún tienen algo de sentido los álbumes con 10 o 12 temas, yo personalmente estoy en fase de ir poniendo a disposición poco a poco mis canciones en forma de single o EP por ahora , pero si, definitivamente siempre un nuevo disco está en camino, incluso el primer disco. Lo más importante es estar constantemente trabajando. Movimiento genera movimiento.
La pandemia en algún momento nos tiene que dejar, ¿cómo ves tu vida musical en los escenarios de Brasil?
Personalmente soy un poco caótico cuando pienso en el futuro y ya me sorprendí imaginándome cantando en un concierto de algún escenario São Paulo con nasobuco, pero tienes razón , en algún momento cambiará, la humanidad tiene ese poder aún de cambiar el futuro; por otro lado São Paulo es una ciudad inmensa y cosmopolita y eso nos da mucho espacio a nosotros los emigrantes, cada proceso comunicativo tiene emisor y receptor y la música es comunicación por lo que pienso que siempre habrá un par de oídos dispuestos a escuchar algo de música autoral cubana y además, a esto sumo mi pasión por la música popular cubana que adoro y sin dudas estará en mi repertorio activo, por otro lado “la maldita circunstancia del agua por todas partes” que no está, (como diría Virgilio Piñera, otro de los grandes escritores cubanos del siglo XX), tendré siempre la posibilidad de coger mi guitarra y salir andando a cantarle al único país al que pertenezco, Latinoamérica.
