Los Frutos Amargos de la poeta chilena Wilma Borchers es sin duda una de las pocas publicaciones que podemos enmarcar con rigurosidad dentro de la ecopoesía. Impreso en Tumbes – Perú en el año 2009, es decir hace más de una docena de años, su vigencia se mantiene intacta y fresca porque con certeza y fina poesía describe los más saltantes problemas ambientales que agobian al planeta.
Cuando se dice ¿Qué es la ecopoesía? a la mayoría le viene a la mente la imagen de una especie animal o vegetal insertada en un poema, para ellos, eso es suficiente para decir ese es un ecopoema, sin embargo la simple mención de una especie no puede convertir un poema en ecopoema; la ecopoesía y de manera general la ecoliteratura es la fusión del arte poético con las ciencias ambientales, es decir elaborar un ecopoema significa hacer un estudio detallado de una especie tanto en su biología, en su hábitat y en sus amenazas originadas en su gran mayoría por malas prácticas humanas, tomando a Gardner y su teoría de las Inteligencias Múltiples diríamos hay que dominar la inteligencia naturalista y la inteligencia lingüística.
Tuve la oportunidad de escribir el prólogo de este libro cuando apenas conocía a su autora, sorprendiéndome por la gran nitidez de su conjugación, presentando por un lado, una breve descripción ambiental sutilmente hilvanada con el ecopoema, dándonos mayores luces de su mensaje logrando el cometido de insertarse en la mente y en el corazón del lector, investigación y pasión poética se unen en cada poema.
Así es como a través de sus 40 páginas no solo nos enteramos del <Sándalo de Juan Fernández>, sino que nos conmueve su extinción motivándonos a investigar para conocer qué fue lo que paso con esta histórica especie, en otras palabras el ecopoema es el inicio de un hilo conductor que nos hace llegar a una reflexión y hasta una acción para que esto no vuelva a suceder. La celeridad con que crecen los desiertos, producto de una deforestación incontrolada, es descrito en <Avances en la arena>, su lectura es un llamado sutil para plantar más arboles como freno a este crecimiento que solo traerá más necesidades humanas especialmente a los más pobres. <A la deriva> es la descripción del triste presente y futuro de las tortugas, todas en peligro de extinción, especialmente la codiciada Carey, lastimosamente su caparazón protector es su perdición ante la voracidad humana de riqueza a lo que se suma la espantosa invasión de sus lugares de desove. <Altamira> y sus mágicas pinturas rupestres, signos que perduran a través de una eternidad que ahora ya no existe por los motivos muy bien narrados en cada una de las líneas que contiene este ecopoema. El maíz aquella virginal semilla dorada que iluminó las despensas de casi todas las comunidades de América prehispánica, este <Puñado de oro> es también violado en su esencia por la ingeniería genética cuyo motor lo mueve la ambición desbordada de dinero. <Canto final>, debe ser un llamado al canto de combate de quienes defienden las ballenas, enormes cetáceos que a pesar de su tamaño tampoco han escapado a la voracidad humana, el canto de las ballenas jorobadas, se acalla bajo la plaga de los buques balleneros que están al acecho con sus cada vez más sofisticados arpones de terror. Y las amenazas han seguido creciendo desde el recojo de huevos, la tala, la caza, hasta llegar a formas de exterminio más modernas y letales como la radiación nuclear descrita con nitidez a través de <Los niños del arco iris> y <Derrame> trágicas mareas oscuras que con su manto oleaginoso ahogan peces, aves, algas y todo ser viviente del mundo acuático, y el elevado <Ruego> de ríos, riachuelos y quebradas que tampoco escapan a la voracidad del “dominio humano” sobre el planeta en su prepotencia por querer domar a la naturaleza, llegamos al tramo final de esta dramática descripción poética con cantos de esperanza porque algún día <Nos crecerá un árbol> en el corazón, con esta simple acción podríamos sintetizas la salvación de la vida, para <Volver a soñar con bisontes> sagrado rey de las praderas norteamericanas, para que el <Ozono> retorne a su real dimensión y sigamos alabando con la misma fe al padre nuestro que está en los cielos, para que no se repita un nuevo <Adiós a Neda en Teherán>ni en ningún otro lugar del planeta y para que todos conozcamos al <Mangle> soberanos de las orillas en los mares tropicales en donde a través de intrincadas adaptaciones y procesos ecológicos dan vida y sustento a millones de seres acuáticos y al propio ser humano, concluyendo para que el sabor de los “Frutos amargos” y su trágico presagio no nos alcance.
Sin duda este es un ramillete de poemas premeditados, es decir poemas previamente sentidos, luego estudiados con la rigurosidad que amerita la situación ambiental de cada de las especies mencionadas y del planeta en general. Los Frutos Amargos es la ecopoesía en su verdadera dimensión mereciendo urgente una nueva edición y su difusión masiva.
ALTAMIRA
Me hiere el animal extinto,
El perpetuo humo de los vertederos,
La acida niebla que envenena valles,
El bosque cercenado sin mesura,
La seca tierra desprovista de sus dioses,
La denigración del mar por desperdicios,
El trovar de los ríos silenciados.
Me lastiman los derrames de petróleo,
Los cayucos con su carga de hambre,
El pequeño delfín asfixiado entre basura,
El jardín de los envases plásticos,
Las redes arrasando el vergel marino,
Los ventisqueros replegándose,
Mi casa azul, umbría de fracasos, injusticias.
Quisiera retroceder, estampar un búfalo,
Granar nuestras palmas en la piedra,
Custodiar lumbres, oir el relato del hechicero,
La lluvia madre sobre la catedral de los helechos.
Quisiera otra oportunidad, solo eso quisiera.
©Wilma Borchers C.
15 Comentarios
No cabe duda de que la ecopoesía es un instrumento muy valioso para la educación. Conocí a la poeta en Tumbes, Perú, en su accionar continuo en favor de la conservación del planeta mediante los festivales internacionaldes de UNIVA. Sus poemas son testimonio de su hermosa tarea de educar mediante la palabra bella, pero también reflexiva, pensante, que se convierte en eco de la naturaleza. Felicitaciones. Asimismo destaco el trabajo del autor del artículo, que acierta en cada afirmación y análisis de la forma y contenido de Los frutos amargos, una obra que merece la reimpresión y distribución mundial.
Muchas gracias maestro Samuel por tu comentario, en el campo de la ecopoesia necesitamos seguir diseñando el camino y fortaleciendo lo avanzado. Saludos cordiales.
Excelente aporte
Muchas gracias.
es un poema muy bonito
Estamos de acuerdo.
Sin duda Wilma lo posee todo: belleza, carisma y un gran amor por la naturaleza que lo traduce en sus diferentes participaciones y ahora lo plasma con letras verdes en el presente libro. Donde el poema reclama de manera sutil y bellamente la forma que los seres humanos estamos tratando a nuestra casa. Lo cual se traduce en un cambio climático que la miopia no puede ocultar. Bienvenida Wilma y desde la distancia un abrazo así como a todos los poetas de Tumbes que a la cabeza de Félix Hugo libran con sus Festivales Mundiales de Ecopoesía una campaña de sensibilización y de mensaje.
Y con esta frase «Mantén tu amor hacia la naturaleza, porque es la verdadera forma de entender el arte más y más» (Vincent Van Gogh).
Un hasta pronto.
Muy didáctica la explicación sobre como se concibe y plasma un ecopoema y excelente el ecopoema Altamira
Muchas gracias Roberto, saludos cordiales.
Muchas gracias Patricio por tu grato comentario, con palabras que alientan paa segiuir caminando. Recibe un abrazo cordial.
uno se nutre ante la sapiencia dislumbrante de este escrito, que viene de un ser, que tiene un alma tan noble, de gran sensibilidad, que aportado mucho aqui en mi Tumbes y sería una gran satisfacción contrar con su presencia en el próximo festival mundial de ecopoesia que realizan los poetas única, su presencia haría una fiesta en los bosques y manglares de mi región
Gracias Fredy, tu también eres uno de los pilares de nuestro festival de ecopoesía. Un abrazo cordial.
Quisiera otra oportunidad eso quisiera. Maravilloso verso. wilma felicitaciones por este poema altamira. Si fuera sencillo tener otra oportunidad con la conciencia que se invite a recapacitar. ! Eres sin duda una belleza de poeta. Gracias !
Aplausos poeta Felix Hugo Noblecilla por el articulo sobre el libro «Los Frutos amargos» de la poeta Chilena Wilma Borchers C.
Haces una juiciosa reflexión sobre lo que es un ECOPOEMA.
Ubicas muy bien el concepto de ecopoesia como guia teórica para todos los interesados en escribir ecopoemas.
Wilma y Felix Hugo junto con otros poetas Peruanos y del mundo han sido lideres en la promoción de la literatura que propende por la conservación ambiental.
Adelante con el Festival de ecopoesia de Tumbes.
Mi admiración por tan valiosa labor intelectual.
Muchas gracias Erasmo por tu apreciación, también eres uno de los principales impulsores de la corriente ecoliteraria en nuestra América Latina tanto como escritor y promotor cultural. Un abrazo cordial.