La música no solamente suena en las radios o en la televisión, ni mucho menos en Santiago. La cultura musical en encuentra éxitos a su manera a lo largo de todo el territorio, esta es la historia de uno esos éxitos. La historia del dúo Empoderadas.
Decir que en el desierto no hay cultura es quedarse cortos, desde la música andina hasta el ingenio local, Iquique, una de los puertos más importantes del país, se las adecua para presentar todos los veranos un menú compuestos por la pluralidad de los pueblos que componen su región, con presentaciones de los pueblos originarios que traen su comida, frutos y tradición hasta la presentaciones de la avenida Baquedano donde casi sin faltas se presentan todos los años los Tunos y Estudiantinas, agrupaciones provenientes de la las universidades. La cultura musical en la tierra de campeones tiene historia, no solo en sus orígenes, sino que también en sus prácticas. Con escenarios tan variados como una cancha a un punto de encuentro o incluso el patio de una casa, los artistas son patrimonio de los iquiqueños. Ya en los 80, Juan Chafaría, hoy Juan Liner, tocaba en los eventos de los liceos, es hoy reconocido como un histórico, una leyenda de la ciudad. El escenario del músico iquiqueño clásico se debe a sus conciudadanos, no a los grandes escenarios.
Esta es la costumbre la conoce muy bien el dúo empoderadas, compuesta por Ana María Quiñones y Paola Riquelme hace más de 14 años, desde baladas, en los cumpleaños de un adulto mayor, a una fiesta de despedida, trabajan independiente como artistas municipales, Iquiqueñas. Hace 4 años decidieron empoderarse, sacar adelante sus canciones inéditas. “Hay un momento en el que uno dice ¿Qué es lo que voy a dejar? ¿Qué es lo que va a quedar de la música que hemos hecho todos estos años, si siempre hemos cantado covers?”. Pensó hace un par de años, y de la idea surgieron sus inéditos, que empezaron en la pandemia con “Es un bandido”, seguido por “Vamos pal baile” y, la más reciente, “Mi eterna música”, la canción con la que estuvieron a punto de llegar a la Quinta Normal. Compuesta por Ana María Quiñones y Juan Liner, arreglada por Mauricio Pugna y con la voz de Paola Riquelme, la pieza quedó a un paso de ser seleccionada para representar a Chile en el Festival de Viña Del Mar. Aunque en un principio no fue pensada para postular al festival de viña. Cuando un productor en Santiago la escuchó, decidieron postular. Cayeron en cuenta que tenían una pieza que se merecía ganar, que habían logrado algo grande. A pesar de que, según relata Paola Riquelme, el proceso de creación fue una experiencia lenta, extrema y agotadora. “Se demoró mucho en salir, primero por unas cosas y luego por otras. Pues, casi ya lista la pieza, la escucho este productor, quien nos dijo que la canción se merecía ir a Viña, porque era muy, muy bonita”. A pesar de no pasar a la fase final, las artistas están contentas “fue un sueño estar ahí como se dice “donde las papas queman”. Imagínate dos cantantes iquiqueñas que llegamos a ese nivel fue, para mí, super gratificante, emocionante, me hace sentir una ganadora, aunque no hayamos ganado. Después de tantos años, yo que nací cantante, haber logrado algo así yo creo que es algo muy, muy lindo que vamos a guardar por siempre con la Anita. Porque sentimos esa emoción, que no se siente a la vuelta de la esquina”. Cuenta Riquelme.
Empoderadas, como nortinas, han vivido las dificultades que significa ser artista en regiones, una situación que en parte las ha motivado a realizar estas colaboraciones con artistas de la región. “En el norte debemos unirnos para poder crecer, trabajar con amigos, compañeros, es bonito” dicen. ¿Lo que sigue? La experiencia con el festival de Viña “nos sirvió para crecer, para darnos cuenta de que acá en Iquique pueden hacerse cosas bienes, profesionalmente, que se pueden sacar cosas de calidad. (…) Esperamos seguir haciendo música, haciendo canciones inéditas, seguir con nuestro dúo en casas de cumpleaños” Entregadas a su público, a la gente con la que han trabajado todos estos años. Las artistas no consideran los escenarios nuevos que se generan en la ciudad, movidos por los nuevos gremios de artistas, son cosas de jóvenes.
