Maggi Rust

Si en cada pueblo hay un centro cultural donde se hagan ciclos musicales y que cuente con un presupuesto cultural que este distribuido en distintas actividades y no solo el festival de verano, sería fácil armar una gira con 23 fechas a lo largo del país en menos de 3 meses y esto permitirá potenciar el circuito y fortalecer la red cultural.
Proyecto nuevo (3)

Maggi Rust es una violonchelista, cantante y compositora austríaca, con un enorme talento, el cual se hace notar en los diversos conciertos donde participa e interpreta su habilidad musical, sus raíces musicales vienen desde la música tradicional y clásica. Estudió en la Universidad de Graz donde se graduó con el grado Bachelor de la carrera Pedagogía instrumental y del canto, pero su curiosidad por lo nuevo la llevan rápidamente más allá de los Alpes. En el año 2010 llega a Chile, donde en muy poco tiempo se incorpora a la escena musical chilena tocando y grabando con destacados artistas y bandas nacionales como, Inti – Illimani, Nano Stern y Aguaturbia, entre muchos otros. Se ha presentado en múltiples escenarios y festivales importantes a lo largo de nuestro país (Festival Viña del mar, Lollapalooza etc)., Mientras se encuentra de gira por Europa, Maggi nos regaló unos minutos, para tener esta grata conversación y compartirnos parte de su visión como compositora y cellista.   

 

 ¿A qué edad y cómo llegas a tu mundo musical?, ¿existió algún mentor o alguna obra musical que te haya hecho elegir tu universo musical?

Tuve la suerte de estar rodeada de mucha música desde la primera edad – y eso gracias a mis padres con quienes cantamos mucho en casa y quienes, junto con mis hermanas, nos han llevado desde muy chicas a muchos conciertos y actividades musicales. Desde que tengo uso de razón cada año en verano íbamos toda la familia a un encuentro de coro que duraba una semana, éramos 100 personas cantando y haciendo música juntos, niños incluidos. En uno de estos encuentros, cuando tenía 3 años se hacía un concierto donde los participantes de dicho encuentro se presentaron con los instrumentos que tocaban. Y fue ahí donde por primera vez vi y escuché a un Cello. Mi mama cuenta que yo estaba tan fascinada que quedaba sentada quieta en la silla (algo que no salía hacer nunca), escuchando como 5 minutos en silencio total a una estudiante de cello de la universidad de Salzburgo, que tocaba alguna Suite de Johann Sebastian Bach. Le pregunté a mi mama que cual era ese instrumento, entonces ella me lo explicaba (Ya conocía al violín, porque mi hermana mayor en ese momento ya había empezado a tomar clases, pero al cello nunca lo había visto) y me quedé otros 5 minutos fascinada escuchando. Cuando terminó la cellista, apunté al cello y le dije a mi mama: “¡Y esto lo quiero aprender yo!”, me bajé de la silla y me fui a jugar afuera. Desde ese momento no dejaba de hablar del cello y cuando finalmente cumplí 6 años mis padres me consiguieron un instrumento y me pusieron en clases de cello.

 ¿Qué te hace tomar la decisión de quedarte el 2010 acá en Chile y desarrollar tu carrera como cellista, cantante y compositora, en el mundo de la música popular?, ¿fue una decisión estudiada o más bien circunstancial?

Mi llegada a Chile ha sido totalmente circunstancial, ya que en realidad estaba de paso, camino a un proyecto de educación musical en un hogar de menores en LaPaz/Bolivia que estaba por empezar. Pero en ese paso me encontré con varios músicos chilenos, entre ellos al Nano Stern con quien muy rápidamente empecé a tocar. Así una vez terminado el proyecto en Bolivia volví a Chile a grabar el disco “Las torres de sal” y empezamos a tocar juntos. Después la decisión de quedarme en Chile nunca fue realmente una decisión tal cual, sino que se fue dando naturalmente. Al principio pensaba: “Me quedo algunos meses y veré que pasa.” Y así fue; me quedé algunos meses más y conocí a más gente y empecé a tocar más y todo se fue dando hasta que en un momento simplemente me había quedado. Creo que la razón principal que me hizo sentir esas ganas de querer quedarme y hacer música en Chile más que en otro lugar fue la tremenda fascinación por todo lo que estaba pasando en ese momento acá en la escena de la música popular e independiente. Me fascinaba la motivación y creatividad de los muchos músicos y bandas con cuales me he topado, me fascinaban esas ganas de crear y expresarse y me fascinaba esa fuerza de voluntad de llevar los proyectos adelante, sea como sea. Todo eso fue un gran impulso para crear mi propia música, tenía a tantos grandes ejemplos a mi alrededor que se me despertaron mis ganas de componer y crear, algo que antes de haber llegado a Chile no me había atrevido.

Entiendo que has participado en diversos proyectos musicales, desde tu llegada a Chile. Dentro de toda esa experiencia ¿qué significó haber fundado DeRuts?

 Esta pregunta solo puedo responder de una forma: deRuts para mi significó todo. Fue mi primer gran paso de mostrarme no solo como cellista, sino también como compositora y cantante. De cierta forma fue un acto de independización, saliéndome de mi rol de intérprete y miembro de banda, desarrollándome como compositora y líder de un proyecto musical. No podría pensar en mejores compañeros, que los que conformamos a deRuts y estoy muy agradecida de todo lo vivido y logrado con esta banda tan amada. Han sido años de muchos aprendizajes; realmente un hermoso recorrido.

Desde hace un año aproximadamente, has grabado una serie de videos, incluyendo el cover “Amadeo” y una bella canción en vivo llamada “Sin dueño ni aval”, por nombrar algunos. Hace unos meses lanzaste tu carrera solista con un single debut en todas las plataformas digitales llamado “Se me movió el piso”, ¿podría ser éste, el adelanto de tu primer álbum? ¿nos puedes comentar más al respecto?

Sí, esta serie de videos han sido la manera para ir mostrando el proceso y contenido de mi proyecto como solista, son el primer acercamiento de este viaje con la gente tanto musical como audiovisualmente. Hablando específicamente de “Se Me Movió el Piso”, la canción fue lanzada como el primer Single de Maggi Rust pero para mi más bien representa una transición entre deRuts y mi proyecto solista. En su primera versión esta cumbia la cantamos con Lolita & Maria Paz (deRuts) pero con el paso del tiempo le hice un arreglo para coro femenino y decidí lanzarla bajo mi nombre ya que las circunstancias de la vida nos han puesto en un receso indefinido con las chicas de deRuts. Este tema también formará parte de lo que será mi primer álbum como solista nombrado “Dual”, el cual vengo preparando con mucha emoción y dedicación y que me tiene muy contenta. El segundo semestre estará dedicado al trabajo en estudio, eso puedo contar por ahora 😉

Has viajado por muchos lugares, frente a esto, ¿qué piensas del empoderamiento femenino, sobre todo en nuestro país, sientes que se juega un papel más protagónico acá en Chile, más que en otros países?

Siempre se me hace difícil hacer comparaciones ya que mi centro, lugar de vida y experiencias están en Chile y aunque nací en Austria y he viajado mucho, vivo acá. Considero que cada lugar tiene sus propios procesos y aunque se ve una tendencia global del empoderamiento femenino, hay factores culturales que hacen que sea diferente en cada lugar. En Chile la calidad de vida en general es mucho más precaria que en Austria y aún hay temas básicos que no están resueltos y esto hace que la violencia sea muy marcada, especialmente la violencia de género. Por lo mismo la respuesta de las mujeres acá en Chile ha tenido tanta fuerza y yo como mujer la apoyo y me identifico porque finalmente uno pertenece al lugar en donde vive más que de donde vienes. Por ejemplo Viena es considerada como una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo, Austria en general y gran parte de Europa son sistemas que funcionan muy bien y que tiene las necesidades básicas totalmente cubiertas e incluso mucha más que las básicas, esto por un lado, por otro lado, hay que mencionar que a nivel de procesos históricos, en Europa hay temas que se suponen ya están más resueltos, temas como la misma lucha  feminista y otras luchas progresistas y ni hablar en temas de derechos humanos pero que tristemente se han visto banalizados por la comodidad del privilegio, (la mediatización de cualquier causa, la desinformación y la descontextualización de la información). Toda esta comodidad genera una falta de empatía y por lo tanto una violencia latente más silenciosa que normaliza comportamientos como el mismo machismo y la discriminación. Por otro lado, acá en Chile se respira una necesidad de feminismo, la violencia y denigración ha sido tal, que nuestros derechos como mujeres necesitan ser visibilizados y respetados, las mujeres necesitamos ser escuchadas y entre todos necesitamos aprender a cuidarnos y esto se amplía a todos los aspectos de la vida y claro también en la música, el arte y la cultura. Todo esto hace que me sienta profundamente orgullosa de ser parte de este movimiento como lo está siendo en Chile.

En estos momentos que te encuentras de gira por Europa con más de 23 fechas por realizar durante tres meses, como austríaca, ¿qué piensas o crees que le pueda faltar a Latinoamérica y en particular a Chile, en cuanto al mundo artístico, para poder igualar, por ejemplo, un calendario de show como el que estás realizando en estos momentos?

Un poco menos de la mitad de las fechas que estoy Realizando en este momento en Europa son como Cellista con una banda austriaca, con la cual recién estamos tocando la gira que originalmente estaba planeada para el 2020, pero por la pandemia no se pudieron llevar a cabo las fechas hasta ahora. Ha sido todo un tema la reagendación de fechas acá en Europa, ya que por lo general acá se planea los shows con harta anticipación (hablando de festivales más grandes). La otra mitad son fechas que he autogestionado y en términos europeos fue bastante encima, pero jugando de local tengo todavía algunos contactos que me permitieron armar una linda gira, muchas fechas en lugares y pueblos más chicos, pero todos los lugares mencionados con una infraestructura artística desarrollada que permitió sobre la hora armar la gira. Lo que le hace falta a Chile y lo que es clave, es que se valore el arte como un trabajo remunerado y deje de ser visto como la entretención gratuita o barata como muchas personas lo ven. Que se pague el arte como el trabajo que es. Junto con la descentralización de las artes, es necesario generar y tener más instancias, propuestas y lugares culturales en los pueblos y regiones, no solo en la capital del país. Si en cada pueblo hay un centro cultural donde se hagan ciclos musicales y que cuente con un presupuesto cultural que este distribuido en distintas actividades y no solo el festival de verano, sería fácil armar una gira con 23 fechas a lo largo del país en menos de 3 meses y esto permitirá potenciar el circuito y fortalecer la red cultural.

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